sábado, 14 de marzo de 2009

0 comentarios  



DIARIO DE UNA HUMANA


II




Chico, esto está llegando a un punto insoportable... sigo aquí sentada como una imbécil. La botella de cerveza casi sin tocar, tensa, nerviosa... y el sigue ahí. Vikingo. Y rey. E igonorándome. Pero por todo lo sagrado, ¿cuantas veces me abrá visto ya...??? Desde la primera vez que me vio entrar ya supo que estaba allí. Eric controla total y absolutamente a todo el mundo que entra en su local, incluso si es de paso como si no lo es. Para algo tenía que demostrar ser el Sheriff del Area 5, ¿no?... esas cosas tienen que controlarse. Si eres el jefe, eres el jefe: demuéstralo. Ten cojones. Se el jefe.
Y el jefe sabía perfectamente y en todo momento, como sabe ahora, que llevo más de cuatro meses viniendo casi todos los días a su local de mierda para que me dirija una mierdosa mirada de atención. Una sola vez. Nada más que una, y me largaré... ¡oh, joder! ¡Joder! Estoy tan furiosa que le abofetería hasta borrar esa expresión impasible de su rostro!
Nerviosa, tomo la botella y la giro entre mis dedos, la hago dar vueltas. La cebada se mueve lentamente dentro, espesa. Como mi sangre. Odio la cerveza. No me gusta. Pero este maldito antro parece no disponer más que de esta porquería y Sangre Fresca. Y si mi estómago no tolera la cerveza (Meados. Huele y sabe a meados de una esquina a oscuras, no me preguntéis por qué lo se...), no quiero imaginarme como reaccionaría ante un trago de Sangre Fresca tibia...
"¿Como se vería tu pelo junto al mío...? Es tan negro..."
La voz me ha traspasado de parte a parte, cogiéndome por sorpresa. Paralizada, me veo obligada a parpadear... oh, coño, ¿que ha ocurrido? ¿Ahora escucho visiones..?
"Tan negro..."
Vale. Oh, basta, joder. Esa no he podido ser yo. Esa voz no ha podido ser la interna mía, la que me dice una y otra vez "Suzanne, basta. Deja de seguir a ese vampiro nórdico, en su puta vida va a prestarte más atención que la que le prestaría a un mosquito....¡reacciona!". Muy inteligente mi conciencia, pero esta vez no he sido yo. Esa voz ha sonado realmente en mi cabeza, y me gustaría saber porqué, como y sobre todo quien.
Nerviosa, paseo la vista alrededor, intentando aparentar la misma indiferencia de siempre... diablos, soy una chica grande pero ahora mismo me siento pequeñita... y asustada. Y no me gusta sentirme ni una cosa ni otra. Mis ojos pasean por el bar, por encima de las mesas y sillas, a través de una jarra de nauseabunda cerveza, saltando por encima de una de las vampiras stripper que no se como coño hacen para moverse a esa rapidez... pasa rapidamente por rostro de Eric, que ,impávido y como si la cosa no fuera con el, está ensimismado como siempre en uno de sus modernos juguetitos tecnológico, a través de una aburrida Pam que luce esa noche un corsé de satén y seda como nadie haría, vuelve a través de Eric que me está mirando fijamente, a través del barman que hace malabarismos con las botellas y mostrando los colmillos al mismo tiempo, ignorando a un cliente con aspecto de chulo y que de seguras resultará comida para mas de un...
Ops. Alto, stop. Escalofrío. ¿Que ha sido eso?
¿Eric mirándome fijamente?
Eso no puede ser. Sacudo la cabeza y mis ojos vuelven a el otra vez. Sigue ensimismado en su juguetito, no ha cambiado ni la posición de la cabeza, ni sus ojos están fijos en otra cosa que no sea ese maldito chisme... entonces, ¿porqué tengo la maldita sensación de que hace unos instantes me estaba mirando...? Oh, mierda, no. Esto no puede ir bien.
Sintiendo todo el cuerpo tenso como una cuerda de piano, me levanto torpemente. Mi torpeza hace que casi vuelque la botella al mover bruscamente la mesa... mierda, Sue, tienes que ser menos pato mareado. Ya lo decía mamá. Pato. ¡Patosa!
Sostengo la mesa en su sitio y mantengo el equilibrio de la botella con nerviosismo. Sin pensarlo mucho, agarro mi bolso, mi chaqueta de lana ligera y, apartándome el pelo negro y largo (tan largo que un dia me lo corto sin miramientos, es muy muy molesto a veces...), y me encamino hacia la salida. Deprisa pero despacio. Sin alertar a nadie. Algo va muy mal, puedo sentirlo y de tal manera que parece pegado a mi piel. Algo no marcha. Sin asustar a nadie, Sue, sin asustar a nadie... Dios no quiera la que se puede liar si de pronto empiezas a exhalar olor a sangre alborotada. Al fin y al cabo estamos en un bar de vampiros, ¿no...?
La puerta.. ya está cerca, ya está aquí, tan a mi mano...al alcance de mi mano... si, ya. Abro. Ya. Ya está. Ya estoy fuera. Sue, la nena grande, ya está fuera. Por Dios, que descanso...
Aspiro el fragante aire que me rodea, tan limpio y distinto del ambiente cargado y pesado del Fangtasía. Inspirando hondo una vez más, me cruzo el bolso sobre el hombro a modo de bandolera, cierro la chaqueta sobre el vestido negro y ahueco el cabello con ambas manos. Intento liberarme de la sensación ridícula pero pesada, agobiante, de todo ese mal rollo pegado a el. Como me enseñó mi abuela la bruja, es mejor utilizar ciertos poderes en ciertos momentos inoportunos. Sabia mujer mi abuela.
Lanzo un último suspiro y apoyo mi pie en la gravilla seca. La noche es oscura, sin luna, pero todo huele tan bien... echo a andar y, según me voy alejando del Fangtasía, voy sintiendome mejor. Mañana no, pero quizás pasado vuelva. ¿Quien sabe?, igual me he emparanoiado. A veces mis presentimientos no funcionan. A veces fallo. Joder, soy humana, que vamos a hacerle..
-Tú.
La voz me hiere como un rayo. Viene de detrás, a mis espaldas. Me encojo como esperando que algo me parta en dos... incluso sin saber quien habla, ya se quien es.
Como si no conociera esa voz...
-Detente.
La voz vuelve a sonar. Seca, cortante. Exigente... y yo sigo encogida. Encogidísima. Es ridículo que me diga que me detenga si estoy paralizada desde el primer "tu". Así que no hago nada. Oh, Dios... oh, ¡joder!... que no haga más... que se vaya, que desaparezca... que me deje mirarle, admirarle, y soñar con el, pero que...
-Date la vuelta.
Tres palabras. Tres. Nada más. Pero dichas con tanta mala hostia que hubieran podido conseguir que cayera muerta, redonda, a mis propios pies... de momento lo unico que ha huido de mi es el color. Ahora parezco tan blanca que los fantasmas a mi lado parecen haberse pegado una fiestecita por Saint Tropez... cualquiera le dice que no, o que si, o cualquier cosa. Mejor me doy la vuelta. Si. Mejor.
Adiós, mamá. Adiós, papá. Adiós, hermanos y hermanas y ese novio que abandoné en pleno altar. Me voy a un mundo mejor. Rezo porque no me destroze y me mate lentamente.
Eric está apoyado contra la puerta del Fangtasía cerrada. Sus brazos, musculosos como piernas, están cruzados sobre su camisa negra y una pierna, la derecha concretamente, apoyada en la puerta. Se mantiene en equilibrio, mientras me mira fijamente. Con curiosidad. Su cabello cae de lado y tiene una expresión tan jodidamente perversa en su rostro que hace que mi estómago dé un seco tirón. Nerviosa, doy un paso atrás.
-Ni te muevas -silabea su tensa voz.
Me quedo petrificada automáticamente; a sido un acto reflejo, joder, no ha sido a propósito... ¿que parte de mi me arrancará antes...?
Durante unos segundos nos miramos fijamente. El no hace nada. Yo me estoy muriendo a chorros. Parece que va a durar una eternidad y de pronto da tres zancadas... coño, tan largas que lo tengo en un segundo a mi lado. ¿En un segundo? ¿Pero que estoy diciendo? ¡En micromilésimas de segundo!
Parado ante mi, me encojo. Sigue en su misma actitud, como si yo fuera un raro insecto que el tuviera que examinar detenidamente antes de clavarlo en su corcho de colección de insectos raros. Oh, joder... joder... emito entonces un jadeo inevitable, más que nada porque, aunque el no necesite respirar, yo si que necesito liberar mi respiración contenida. Me van a estallar los pulmones, coño. Esto le hace parpadear y mira fijamente mi boca, entreabierta y exhalando la respiración contenida.
-Oh... -dice de pronto- tres meses es mucho tiempo, ¿verdad?
Aturdida le miro.
-¿Cómo? -susurro.
El frunce el ceño, pero no dice nada. Ya que el mismo Sheriff me ha dirigido la palabra no puede ponerse de uñas porque yo le conteste... joder, que hombre más complicado. Miro por encima de su hombro a ver si su sirvienta está por ahí, pero no hay nadie. Nadie más que el y yo.
Solos.
Inquietas mariposas me revolotean por el estómago. El da otro paso.
-No has respondido a mi pregunta -dice.
-Em.... -tartamudeo.- si, cuatro meses supongo que es mucho tiempo.
-No a esa. No era una pregunta -el tono cortante de su voz hace que me encoja. Joder, una cosa es verlo y otra es tenerlo tan cerca...- No me has respondido.
-Pero si es la primera vez que hablamos.
Y entonces... ¡oh, sorpresa! Va y sonríe de lado. ¡El Sheriff del Area 5 sonriendo! ¡Eric Northman, Mister Culo Perfecto 2009, sonríe!
-Estúpida y pequeña humana... -me encojo de nuevo. Joder, que carácter tiene...- no tienes idea... solo me preguntaba como se vería tu pelo junto al mío... es tan negro...
Si en ese momento me sacan toda la sangre de mi cuerpo -curioso pero perfecto eufemismo- no me quedo más fría. ¿Así que la voz era de el...? Incapaz de reaccionar y de cerrar la boca, observo estupefacta como el inclina la cabeza hasta que casi nos tocamos nariz con nariz, escasos centímetros rostro con rostro, y cierra los ojos. Inspira profundamente. Las aletas de su nariz vibran como si fueran notas musicales percusionadas y luego exhala un profundo aliento... que me da en pleno rostro. Me tambaleo, agarrada a mi bolso como si fuera mi tabla de salvación. Cierro los ojos. Su maldito y puto aliento hace que todo el cuerpo se me encrespe de deseo, desde las plantas de los pies hasta la raíz del pelo. En un segundo.
Abro los ojos y ahí está el, chispeante, armonioso, mirándome fijamente. Sin esperarlo, pasa un pulgar rápidamente por mi labio inferior. Luego vuelve a sonreir, esta vez más malévolo y oscuro que nunca.
-Aunque ahora, después de olerte, lo que me gustaría es saber como se vería entremezclado con el mío. En una cama, por ejemplo. Serías una apetitosa cena, Sue...
¿Sue?
¿Me ha llamado por mi nombre?
Debo estar volviéndome loca. Sí, loca. Aquí, al lado de este tiarrón gigante que me mira como si fuera un curioso insecto que ahora habla, mientras me derrito. Literalmente me derrito. ¿Pues no ha dicho que sería su cena...?
-Me tengo que ir -le digo en un soplo.
El se permite una risita.
-Oh, si, vete -concede con voz neutra, alegre casi.- Pero mañana vuelve.
Me detengo un segundo. ¡Oh, oh, pero que es esto...!, ¿mandándome? ¿Ordenándome...?
¿Que coño se ha creído?
No hay tío sobre esta tierra que me diga a mi lo que tengo que hacer. Por muy Sheriff del
Area 5 que se haga llamar. Como si es el Papa mismo. Que un tío intente dominarme es algo que me saca profundamente de mi casillas. A la velocidad del rayo, vamos.
Con gesto de desprecio alzo la barbilla, cierro más en torno a mi la chaqueta -y eso que hace un calor infernal- y le miro con ojos helados.
-¿Perdona? -exclamo con voz tensa.
-Y siéntate más cerca de mi -acto seguido me guiña un ojo antes de darse la vuelta, dispuesto a irse a su putrefacto bar dando por zanjada la conversación. Le veo caminar, su pelo flotando, los cachetes de su culo marcando un rítmico movimiento... Jesús, podría estar mirándolo eternamente, sin cansarme jamás...apuesto a que una moneda de cinco centavos rebotaría sobre sus nalgas como si fueran de piedra.- No es que yo no pueda verte, que lo hago perfectamente, es que tu no puedes verme a mi a esa distancia.
Mis ojos se agrandan, estupefactos, y mi boca dibuja una O perfecta. ¡Por Dios....!, vampiro o no vampiro, muerto o no muerto, todos los hombres son iguales. Pedantes. Chulos. Creídos.
Y este, más que ninguno.
-No me da la gana -digo entre dientes, mas para mí que para el. Tengo que convencerme como sea de que no le obedeceré.- Vendré cuando quiera, engreído narcisista.
Y me giro para largarme. Si me hubiera detenido un segundo antes, me habría dado cuenta de que el se ha detenido porque me ha escuchado con total perfección a pesar de que yo hablaba entre dientes, y se ha dado la vuelta. En sus ojos brilla un resplandor frío.
Un borrón, un movimiento casi circular tan rápido que no puedo ver nada y mis pies se detienen sobre la gravilla crujiente cuando de pronto le veo ante mí. Está sonriendo ligeramente, pero sus ojos no lo hacen. Coño, a aparecido el depredador.
Doy un paso atrás.
Una mano de hierro me detiene. Miro por el rabillo del ojo. Su blanca piel destaca contra mi hombro cubierto de lana negra de una manera irreal.
-¿Que haces? -balbuceo.
Sin decir una palabra, el se inclina mucho más que antes hasta mí y de pronto siento sus dientes en mi cuello, casi a la altura del lóbulo de mi oreja. Joder, quiero moverme. ¡Joder, quiero irme!, pero no puedo. No se si soy yo, agarrotada por mil sensaciones al mismo tiempo, o el y su mano de hierro, o todo al mismo tiempo pero el caso es que estoy inmóvil. De pronto oigo un chasquido muy familiar: lo he oído mil veces a mi alrededor todo este tiempo que llevo yendo al Fangtasía, estos tres malditos meses de mala muerte. Ha desenfundado sus colmillos.
Por un instante, una ráfaga de terror pasa por mi mente anulándola. Mis dedos se vuelven blanquecinos cuando aprieto más aún la chaqueta, no puedo agarrarme a ninguna parte... y de pronto los siento. En esa fracción de tiempo tan largo, los siento. Arañan suavemente mi cuello, sin herirlo ni extraer una sola gota de sangre. Solo levantan ligeramente mi piel.
Eso es más que suficiente.
Con un jadeo, cierro los ojos y un orgasmo increíble me atraviesa el cuerpo de parte a parte. Como si hubiera caído un rayo sobre mí. Abrumada, soy incapaz de respirar así que exhalo un gemido. Oh, Dios, me voy a caer. Me voy a caer redonda.
Emitiendo un siseo, Eric me sujeta fuertemente con el brazo libre, impidiendo que me caiga. Sus dientes siguen trazando un caminito en mi cuello. Su aliento lo sella; ha olido el aroma de mi orgasmo y creo que en su rostro siempre impasible algo se ha alterado... es que prefiero ni pensarlo. De pronto aparta su rostro y me mira.
-Vendrás mañana y te sentarás más cerca de mí -dice tranquilamente. Y yo se que no es ni siquiera una orden: es un hecho constatado.
Mirándole a través de las enfebrecidas rendijas de mis ojos, suspiro y no digo nada. ¿Para que, de que va a servir? El hará conmigo lo que quiera, después de todo. Yo puedo resistirme más o menos, pero el resultado al final va a ser el mismo. El ordena y manda. Y todos a saltar a su alrededor.
Entonces me suelta y me quedo quieta. Camina en dirección al Fangtasía sin hacer un solo ruido, aunque yo juraría que una leve sonrisa curva una de las comisuras de su boca. Si, señor. Si, Don Macho, SuperFuerte: has ganado este asalto una vez más.
Touchdown.
Las rodillas se me doblan y caigo sobre la tierra, respirando agitadamente, aún estremecida por el orgasmo intenso que ese cabrón me ha hecho sentir.
¿Porqué coño se me ocurriría venir al Fangtasía...?

TRUE BLOOD: CAPITULOS ONLINE

0 comentarios  

TRUE BLOOD: Capítulos Online
Pueden ver gratis y en directo todos los capítulos de la serie True Blood / Tru Blood en español. Todos los capítulos directamente sin descargar a tu ordenador. Toda la TV por internet en TVFilia: Series Online.
Primera (1a) Temporada completa

TRUE BLOOD: NUEVOS FICHAJES

0 comentarios  

TRUE BLOOD: Nuevos Fichajes

Gracias a Michael Ausiello, os presento a dos nuevos fichajes para la segunda temporada de True Blood llenos de misterio.
Anna Camp y Ashley Jones han sido fichadas para que den vida a dos personajes secundarios de la nueva entrega. Por un lado, Camp dará vida a Sarah la que será mujer de Steve Newlin y que aparecerá durante toda la temporada, mientras que Jones será Daphne una de las nuevas camareras del restaurante Merlotte e incluso podría ser un nuevo “amor” de Sam.
Vía Ausiellofiles

TRUE BLOOD: SPOILERS DE LA SEGUNDA TEMPORADA

0 comentarios  



TRUE BLOOD: SPOILERS DE LA SEGUNDA TEMPORADA

Alan Ball parece que prepara ya la que será segunda temporada de True Blood de la que no se verá en un principio hasta el verano o el otoño de 2009 teniendo en cuenta que hasta Enero no comenzará su rodaje. O lo que es lo mismo: están en pleno rodaje ahora mismo.
De todos modos esta nueva temporada comienza ya a darnos algunos spoilers al respecto de lo que veremos de los cuáles os hablaremos a continuación y en los que aparecen ya los nombres de los nuevos personajes que veremos en los nuevos episodios.
A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS!:
-El primer episodio llevará por título, Nothing but the blood.
-En este episodio veremos como Jason entrará en la Iglesia de la Comunidad del sol.
-Habrá una nueva criatura en el pueblo aunque nadie sabe lo que es. Se piensa que es un hombre lobo pero no es así.
-Veremos nuevos romances para los personajes de Tara, Jason y Sarah. Esta última es un nuevo personaje que se convertirá en la esposa del ministro de la Iglesia antivampiros y que irá cobrando fuerza poco a poco.
-Bill y Sookie sufrirán las consecuencias de vivir con una vampiro adolescente. Además, viajaran a Dallas para encontrar a uno de los suyos. (Espero que esto no sea cierto totalmente y que sean más fieles a los libros de Charline...)
FIN SPOILERS!
Hasta aquí el final de los spoilers con respecto a la segunda temporada de True Blood, una de las series que más éxito ha tenido en la temporada de otoño y de las pocas que estrenándose a finales de 2008 ha conseguido “colarse” entre las nominaciones de los Globos de Oro.

DIARIO DE UNA HUMANA....

0 comentarios  

Sí, es el Sheriff del Area 5. ¿Y qué? No puedo resistirme a el. No puedo, aunque lo intente. Me tiene totalmente desesperada... y angustiada. Su cabello se mueve como a intervalos, parece como si cada hebra fuera independiente de la otra... los enrojecidos ojos bajo los blancos párpados, su boca fruncida siempre en un gesto de mala leche... su brusquedad a la hora de largar al personal me tiene completamente fascinada. Me gusta que sea así: borde, sanguinario, sangriento... increíblemente erótico. Quisiera que me mirara con esos ojos sin vida, poder tocarlo aunque esté tan frío que me paralice la piel... ¿y que importancia tiene?, lleva más de mil años en este impás llamado "no vida" y ahí está. Fresco y perpétuo. Un caramelito post-morten...
Ayer noche volví a pisar "Fangtasía" una vez más. Y una vez más me lo encontré allí, sentado en su trono de pieles, jugando con un ...¿móvil? ¿PDA? ¿Un qué, un juguete tecnológico que le aburrirá más que divertirlo? Con los años que tiene ha visto ya de todo... y su inseparable sirvienta, la vampira de edad imprecisa -¿Pam?... no se el nombre, quizás- siempre apoyada junto a el como si fuera una guardiana, me mira con burla. De seguro que me daría un buen bocado, ¡ya lo creo! Mi piel es muy blanca y gracias a ello la sangre parece campar a sus anchas bajo ella más visiblemente que en cualquier otro mortal... y todos estos chupasangres saben perfectamente diferenciar este tipo de "sutilezas" en los humanos... y aquí estoy otra vez en este antro de mala muerte. Me van a dar un carnet de abonada a este paso.
Como digo, la vampira me está mirando. Igual que lo hizo ayer. Parece reírse mientras hace un gesto muy, muy, sutil. Como si se estuviera burlando de mi. Como si me estuviera diciendo "no eres ni lo suficientemente apetecible, deliciosa ni comestible para este rey vikingo..." Maldita sea. Con que gusto esperaría hasta el amanecer para arrastrarla fuera, a la calle. Me complacería en ver tranquilamente, tomandome un buen chupito de Jack Daniel´s, en como se retorcía hasta achicharrarse bajo el sol castigador de New Orleans. Salud para ti, perra.
De pronto, ella hace un gesto... delicado, volátil, como si no moviera la mano. Pero si que lo ha hecho. En mi obsesión por verle, he aprendido que la mayoría de los vampiros se mueven a a una asombrosa velocidad.... invisible para el ojo humano. Soy observadora; esas cosas son las que me han salvado de morir en cualquier esquina.
El alza los ojos hacia Pam. Fijo que hablan entre si mismos, sin voz, telepáticamente, porque al instante el gira su precioso y blanco rostro hacia mi. Dios, es simplemente irresistible... como chocolate caliente deslizándose garganta abajo. No se lo que piensa, es absolutamente impenetrable. Siento tambalearme incluso sentada, mientras me aferro a la mesita con tal fuerza que podría destrozarla en ese mismo instante. Si, quizás eso es lo que estoy pensando ahora mismo y el lo sabe, lo sabe, porque de pronto sonríe de lado y luego vuelve a jugar con su PDA. Pam pierde el interés en mí. Y yo miro hacia otro lado. ¡Maldita sea!, ¿es que siempre vamos a jugar al mismo idiota juego de "tu me miras, tu me deseas, yo no hago nada"?
¿Y que más puedo hacer? Se supone que no puedo levantarme e ir directamente a el. Si lo hiciera duraría menos que un pastel a la puerta de un colegio: podría quedarme sin cabeza, sin corazón, sin alguno de mis miembros sin llegar a enterarme siquiera... ninguno de sus sicarios permitiría que me acercase a menos de diez metros. Apuesto a que me odian desde el primer día que me vieron. ¡Hola, bastardos, sorpresa!: yo os detesto aún más a vosotros que vosotros a mí. La única razón por la que vengo es el, el Sheriff del Area 5, Eric Northman. Solo quiero que se pare frente a mi, girar a su alrededor, clavarle las uñas en los músculos, espalda y darme un buen restregón contra ese culo tan increíble. Oh, por Dios, sí: Mister Culo Perfecto 2009. El resto, me da absolutamente igual. Como si no piensa. Ya es demasiado guapo para que lo haga.
Pero, ¿qué diablos estoy diciendo? ¿Y a mi qué lo que el piense, sienta o diga????? Yo lo único que quiero es que sea mío. Llevármelo a la cama. Acostarme con el, lo que sea, como se diga, como se quiera... y si desea morderme, que lo haga. Puedo ser acusada por la comunidad entera de ser otra Colmillera más, pueden llegar a compararme con la escalofriante camarera que lee mentes... me es igual. No quiero ni su amor ni su odio y ni siquiera ni una sola de sus palabras... solo quiero que pase por mi cama y se desvanezca a la mañana siguiente...

(Ficción... ;)

SEGUIDORES!!!!